Estrategia Diagnóstica y Terapéutica
El enfoque terapéutico de la Medicina Biorreguladora de Sistemas se basa en tres principios:
- El objetivo terapéutico primario es la red auto reguladora, en vez del factor gatillante, o el efecto sintomático de ese gatillante en el cuerpo.
- El estado de la red auto reguladora y el progreso de la enfermedad es lo que determina la intervención.
- Las intervenciones utilizan medicamentos con multiobjetivos, que actúan en concordancia con las múltiples interacciones de la red, los circuitos de retroalimentación y los biorritmos inherentes a una red autorreguladora.
La MBrS hace énfasis en mejorar al paciente a través del apoyo y la estimulación del sistema auto regulador en el contexto de la enfermedad desencadenante y de la predisposición individual. Los síntomas no deben ser suprimidos más allá de aliviar las molestias del paciente, sino que deben ser utilizados como una guía para evaluar el estado del sistema auto regulador para la toma de decisiones clínicas. De acuerdo con esto, las mediciones diagnósticas deben ampliarse más allá de los marcadores actuales (factores causales y síntomas) para incluir la evaluación de las redes autorreguladoras y de los bloqueos en la autorregulación.
En la MBrS se deben tomar las decisiones terapéuticas en base a la capacidad de la red autorreguladora afectada en relación al estresor causal. Se postula que este tipo de modelo clínico es más adecuado para una predicción precisa del curso de la enfermedad, de la intervención, del seguimiento y de la prevención de la enfermedad, como parte de un enfoque individualizado del tratamiento. Las intervenciones biorreguladoras pueden ir desde el apoyo a la actividad autorreguladora hasta el estímulo para restaurar las capacidades autorreguladoras y eliminar los bloqueos de la autorregulación. Los medicamentos con propiedades biorreguladoras deben ser una intervención temporal que deje al sistema en un estado óptimo.
Nuevas consideraciones sobre los factores que afectan a la enfermedad.
Los paradigmas médicos actuales (A) típicamente, consideran como factores clave para causar enfermedad a los agentes etiológicos, la predisposición genética y las vías moleculares reclutadas en la patogenia.
La Medicina Biorreguladora de Sistemas (B) considera también como un factor clave para la incidencia y manifestación individual de la enfermedad a la capacidad autorreguladora alterada o insuficiente del paciente para restaurar la homeostasis. La restauración de la capacidad autorreguladora en el paciente es, por lo tanto, el primer objetivo terapéutico de la Medicina Biorreguladora de Sistemas, además de la remoción de los desencadenantes, la modificación de estilo de vida, y la inhibición de vías patogénicas cuando ello sea apropiado.